Nunca recuerdo al Santo, siempre recuerdo al Patrono. El primero me protege y me guía, me ayuda y consuela, nunca me abandona y siempre me espera. El segundo, el Patrono, es lo contrario, me putea y me pierde, no me auxilia y me pena, siempre me desahucia y nunca me espera.
Todo esto tiene un cuento, una moraleja, si se extrapola a la negociación del convenio.
Ya no, ya no hablamos del patrón (ACAES, AMPES, APROSER y FES), no. Hablamos de los sindicatos, uno es el Santo (UGT), los otros son el Patrono (CCOO, USO y CIGA).