Un empleado de Prosegur roba 1.200 millones sin disparar un sólo tiro

Un empleado de Prosegur roba 1.200 millones sin disparar un sólo tiro

Jeisson Isaac Molinares Umaña, 27 años, el hombre que el sábado coronó su plan para robar, sin disparar un solo tiro, la más grande suma de dinero en los últimos años en Barranquilla, comenzó a ser buscado en toda la Costa Caribe.

Dos fotografías diferentes de Jeisson Isaac Molinares Umaña, el hombre más buscado hoy en la Costa.

“Ya hemos enviado su información a las demás seccionales de nuestra institución para que nos apoyen en su arresto”, reveló ayer el general Jorge Gutiérrez, comandante de la Policía Metropolitana.
Del ladrón de los $1.200 millones no figuran antecedentes de ningún tipo en las bases de datos de la Dijín, Sijín, Fiscalía y DAS, y de su rastro se sabe muy poco pues el apartamento donde vivía en la calle 79 con carrera 52, propiedad de una familiar de su mujer, fue encontrado desocupado

Oriundo de Barranquilla, Molinares, llevaba siete años trabajando en Prosegur, empresa transportadora de valores en la que se desempeñaba como contador de dinero en la custodiada sala de efectivo.

“No hay duda de que este sujeto planeó, uno a uno, los pasos que tenía que dar para hurtar esta gran cantidad de dinero”, reconocieron investigadores que lo buscan.

Para cometer el robo sin tener que acudir a la violencia, el hoy prófugo le ofreció a sus seis compañeros, cinco hombres y una mujer, cocteles de camarón, a los cuales, además de las acostumbradas salsas, les agregó una sustancia somnífera.

Buscan a taxista. Además del empleado de Prosegur, agentes de la Sijín intentan dar con el paradero del taxista barranquillero Edwin Antonio Santamaría García, quien, presuntamente, recogió a Molinares luego de que este saltó por una paredilla de la compañía con tres tulas cargadas con 24 mil billetes viejos de 50 mil pesos.

La identidad de Santamaría, con antecedentes por hurto, se logró porque la placa del taxi zapatico que conducía fue anotada por el guardia de la garita de Prosegur, el único empleado que no comió los camarones, quien esa mañana había visto el vehículo parqueado frente a la compañía, en la calle 53 No. 43-49.

Recuperación positiva

Agustín Guerrero, médico toxicólogo que atiende a los empleados afectados, informó que los pacientes evolucionaron de manera satisfactoria y fueron dados de alta. “Se sospecha que fueron intoxicados con escopolamina, por los síntomas padecidos, aunque estudiamos si usaron otras sustancias para someter a estas personas. Los pacientes presentaron somnolencia, debilidad, mareo y dicen no recordar algunos detalles de lo ocurrido”, comentó.

Fuente: http://www.elheraldo.com.co/ELHERAL[....]lones_en_prosegur.asp?CodSeccion=29
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