(04-02-2011)
El presidente del BBVA, Francisco González, obtuvo una retribución de 5,316 millones de euros en el ejercicio 2010, lo que supone prácticamente el mismo importe del año anterior (5,343 millones), mientras que este año se bajará el sueldo un 6,8%, según ha informado la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
De la remuneración total de 5,316 millones, 1,928 millones de euros corresponden a la retribución fija, que se mantiene sin ninguna variación respecto a un año antes, y otros 3,388 millones de euros (-0,8%) a la variable. Para 2011, el sueldo global de González se establecerá en 4,977 millones de euros, de los que 1,966 millones serán sueldo fijo (+2%), y 3,011 millones (-12,5%), retribución variable.
Si se tienen en cuenta los últimos tres años y se incorporan las previsiones de la remuneración correspondiente al ejercicio 2011, la retribución del presidente del BBVA se habrá reducido un 13,1% en este periodo, sobre todo por la evolución de la variable (-20,7%), ya que la fija subiría un 2%.
La información remitida al supervisor recoge la pensión de 79 millones de euros con que cuenta Francisco González, de 66 años, y que está congelada desde hace un año.
En cuanto al consejero delegado, Ángel Cano, su retribución se elevó a 2,731 millones de euros en 2010, su primer año completo en el cargo, mientras que en el ejercicio en curso su remuneración crecerá un 33% y se establecerá en 3,637 millones de euros.
De los emolumentos de Cano, 1,249 millones se engloban en la retribución fija y 1,482 millones de euros en la variable. Asimismo, cuenta con unos compromisos de pensión de 14,55 millones de euros, a los que se han dotado 941.000 euros en 2010.
La evolución del sueldo de Cano responde tanto a la actualización al mercado tras su nombramiento como consejero delegado en sustitución de José Antonio Goirigolzarri, como la aplicación de la nueva normativa de la UE.
Ni el presidente ni el consejero delegado de BBVA han cobrado en el ejercicio 2010 el incentivo a largo plazo, debido, entre otros factores, al comportamiento del banco en bolsa en comparación con un grupo de 18 entidades internacionales.
En concreto, el programa de retribución variable en acciones que afecta a miles de directivos consiste en la asignación de un determinado número de unidades a cada beneficiario, que pueden dar lugar o no a la entrega de acciones de BBVA.
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