Los ayuntamientos dilapidan millones en las llamadas subvenciones "solidarias". Leganés es el mejor laboratorio.
2011-02-23
FERNANDO DÍAZ VILLANUEVA
Es tradicional en México que las celebraciones de cumpleaños se terminen rompiendo la piñata, una bola de papel que contiene dulces y regalos. El afortunado se cubre los ojos, toma un garrote y tienta en el aire hasta que da con la piñata y la rompe de un golpe certero. Entonces la alegría se desata entre los invitados, que se lanzan al suelo a recoger los caramelos. Una tradición entrañable que se ha extendido a otros países hispánicos, incluida España.
Debidamente transformada, la tradición piñatera ha cruzado el Atlántico y se ha quedado a vivir en los ayuntamientos españoles. Las diferencias fundamentales son que la piñata es un saco de dinero público, el que la rompe es el alcalde (y no lo hace a ciegas), y los invitados son siempre los mismos. La fiesta empieza nada más llegar al poder y dura hasta el mismo instante en que se abandona. Es la piñata de las subvenciones, uno de los mejores negocios jamás inventados por el hombre.
Cada municipio español tiene su propia historia piñatil. No importa el partido que gobierne, aunque es cierto que los de izquierdas son más proclives a formar a su alrededor un soberbio y bien financiado tejido clientelar, tejido al que alimentan con jugosas subvenciones a través de las cuales pueden hacer ideología, ya que, hoy en España es poco menos que imposible tomar el Palacio de Invierno o llamar a la huelga general revolucionaria. Así, por ejemplo, un alcalde del PSOE o de IU que admire a regímenes como el cubano, puede mostrar su amor dedicando cuantiosos fondos en concepto de "cooperación internacional" canalizados a través de asociaciones ideológicamente afines o, directamente, de ONG creadas deprisa y corriendo para llevarse el dinero.
La cala y cata de la piñata vamos a hacerla en Leganés, un municipio cercano a Madrid que lleva 31 años gobernado por coaliciones de PSOE-IU, y cuyos sucesivos alcaldes se han significado mucho a favor de las habituales causas de la extrema izquierda. En la última década el ayuntamiento de Leganés ha repartido algo más de dos millones de euros entre diferentes ONG, generalmente desconocidas, que realizan proyectos de cooperación en el tercer mundo.
Por ONG en Leganés hay que entender asociaciones de izquierda o extrema izquierda, habitualmente procastristas y anti israelíes, o ambas cosas a la vez. Por tercer mundo el consistorio leganense entiende la Cuba castrista, el sur del Líbano en manos de Hezbolá, la Nicaragua sandinista, el Ecuador de Correa o la Bolivia de Evo Morales. La parroquia completa de ídolos que adora el progresismo patrio.
Ya te digo, 189.637 euros
La "Asociación Cultural Ya te digo" ha recibido hasta 38 subvenciones por importe de 189.637 euros en los últimos años. Los conceptos son de lo más variado. Desde "servicios sociales para emigrantes" (1.803 euros) hasta la "formación de monitores sensibilización (sic) (6.000 euros), pasando por subvenciones de lo más variado como la del programa "abriendo murallas" (240 euros), la formación de líderes juveniles en Nicaragua (6.000 euros), la formación de mujeres y niñas en el mismo país (6.000 euros) o la financiación de campos de trabajo (8.519 euros)
Una riada de dinero, público, naturalmente, que se extiende desde la primera "ayuda" concedida a esta asociación en 1995 hasta la última conocida en 2008. Ha habido años, como 2001, en los que esta ONG se llevó más de 35.000 euros en conceptos tales como "cursos de cooperación" o "desarrollo de actividades productivas, formativas y de reconstrucción de viviendas".
La asociación carece de página web, por lo que es imposible hacer el seguimiento de sus proyectos. Todo lo que ofrece por Internet es una página estática con su dirección postal y de correo electrónico junto al teléfono donde se puede contactar con ellos. La web de esta ONG tan afortunada es esta:
238.943 euros para la Cuba castrista
Al municipio cubano de Arroyo Naranjo, hermanado con Leganés desde hace años, el consistorio ha dedicado 238.943 euros en concepto de cooperación. A esto habría que sumarle una cantidad indeterminada en donaciones en especie. Entre las primeras destaca la rehabilitación del jardín infantil "Semillitas del Futuro", para el que se aprobó una partida de 3.606 euros. Una minucia en comparación con los 30.000 euros que se destinaron a las reformas de centros educativos y abastecimiento de agua.
Arroyo Naranjo, una ciudad a las afueras de La Habana de algo más de 200.000 habitantes le ha tocado la lotería con Leganés. Los contribuyentes del municipio madrileño han pagado, por ejemplo, "material de fontanería y electricidad" (16.212 euros), el "programa de mejora de las líneas de transporte de viajeros de la Asamblea Regional del Poder Popular" (29.299 euros), la "reparación y remodelación de consultorios de médicos de familia" (25.000 euros) o el "proyecto de impermeabilización de cubiertas" (33.000 euros).
Estas "ayudas" se han transferido directamente o a través de asociaciones. La Asamblea de Cooperación por la paz se ha llevado un buen piquito durante estos años. Esta ONG, que se autodefine en su web como una organización "sin ánimo de lucro, laica, independiente y defensora de los valores democráticos desde una opción de justicia social y económica" recibió hace sólo año y medio 6.000 euros del gobierno municipal de Leganés por la "Mejora de los servicios de atención a la infancia del municipio de Arroyo Naranjo". Un año antes le transfirieron 6.208 euros por el "círculo infantil en Arroyo Naranjo", concepto que aparece también en 2007, aunque con una subvención menor, de "sólo" 4.000 euros.
El chorro de dinero de los contribuyentes hacia Arroyo Naranjo no ha impedido, por ejemplo, que la ciudad se encuentre a día de hoy con problemas de abastecimiento de agua, o que se hayan denunciado casos de desvío de fondos en los círculos infantiles que con tanto entusiasmo financia el socialista Rafael Gómez Montoya.
Las subvenciones en especie completan la piñata cubana. Aparte de 71 equipos informáticos con licencia para Microsoft Office y antivirus (poco software libre, según se ve), el ayuntamiento de Leganés ha regalado al de Arroyo Naranjo cuatro vehículos. Un Land Rover, un Nissan Patrol un camión autobomba Pegaso para la extinción de incendios y un coche de representación para uso del alcalde cubano, un Opel Omega exactamente.
La Dinamo de las subvenciones
Otro de los grandes perceptores de subsidios "solidarios" es la asociación Dinamo Alternativa Social, una ONG afincada en Leganés desde 1992. Las transferencias a esta asociación son continuas desde hace una década. En el año 2000, por ejemplo, recibió de golpe 24.000 euros para, entre otros proyectos, producir café en las áreas rurales de la localidad de Somoto, en Nicaragua. Luego han venido más proyectos acompañados de su correspondiente dotación presupuestaria.
Somoto, una ciudad cercana a la frontera con Honduras de 35.000 habitantes le debe mucho al sufrido contribuyente de Leganés, pues él ha sido quien le ha construido la biblioteca municipal (50.000 euros), el Centro de Iniciativas para el Desarrollo (20.000 euros) o un programa de "bicicletas solidarias" (sic) (6.000 euros).
Lo de la biblioteca parece que, en algún momento se paralizó porque el ayuntamiento, entonces gobernado por el José Luis Pérez Raéz, hoy diputado del PSOE en la Asamblea de Madrid, transfirió los 50.000 euros en junio de 2002. En octubre de 2003 por idéntico concepto se transfirieron otros 32.000 euros.
Al año siguiente se aprueba una nueva partida, esta vez para la "segunda fase de la biblioteca" valorada en 36.000 euros. No debió quedar del todo terminada porque en junio de 2005 el ayuntamiento concedió una nueva subvención de 72.000 euros con cargo al presupuesto de Cooperación al Desarrollo y Solidaridad "con objeto de financiar la construcción de la Biblioteca Municipal".
En 2006 se aprobó otra subvención para el mismo fin, la biblioteca de nunca acabar, esta vez para "financiar la urbanización de las inmediaciones de la Biblioteca Municipal como apoyo financiero para su terminación". Este último aporte ha sido el mayor de todos, 78.180 euros. La Biblioteca Municipal de Somoto ha terminado costando a los vecinos de Leganés casi 200.000 euros. Una vez terminada la Biblioteca ha quedado así:
La pregunta que se hace ahora el contribuyente es cuánto cuesta construir una biblioteca municipal. En España, la localidad de Utebo (18.000 habitantes), en la provincia de Zaragoza, estrenó biblioteca hace poco más de un año. En su construcción participaron el propio ayuntamiento de la ciudad y la Caja de Ahorros de la Inmaculada. El coste final fue de 241.000 euros. Teniendo en cuenta que la renta per cápita nicaragüense es 12 veces inferior a la española, no deja de sorprender que la factura final (sólo en subvenciones) de la biblioteca de Somoto haya sido tan alta.
Volviendo a Leganés, la nueva biblioteca central del municipio lleva en obras varios años y en estos momentos se encuentra paralizada tras la quiebra de la constructora que la levantaba en el barrio de Leganés-Norte, el mismo de los suicidas del 11-M. Un amargo broche final para el caso de la biblioteca de Somoto, que gracias a los leganenses, disfruta de una carísima biblioteca.
Por favor,
pásalo. Se valiente
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