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martes, mayo 03, 2011

El capital humano, clave de la seguridad privada en 2011

El capital humano, clave de la seguridad privada en 2011
Subdirector General de Casesa, Fernando Rodríguez.

Los sectores de la seguridad privada y la vigilancia se enfrentan a una situación complicada tanto en Castilla y León como en el resto de España. La crisis está golpeando a este segmento, igual que a tantos otros, y el resultado es una caída generalizada de los precios en las contrataciones, lo que conlleva una reducción considerable de los márgenes de beneficio. Las compañías e incluso las administraciones, tanto regionales como nacionales, deben ajustar las partidas de gastos, lo que repercute en las empresas de servicios. A esto hay que unir que la seguridad es un recurso intangible cuya excelencia está, precisamente, en pasar desapercibida, lo que provoca que algunas compañías recorten la inversión en este servicio en vez de en otros gastos, pese al error que esto pueda acarrear a la larga.

La forma en que cada empresa de seguridad aborda esta situación varía según el caso. Unas han optado por una política de no crecimiento, otras por contención de la deuda, algunas por un cambio en la organización general de la firma. Ninguna posibilidad es a priori mejor que la otra y serán las características propias de cada compañía las que hagan elegir una u otra opción. Este año, el sector de la seguridad irá mejorando su posición a medida que nuestra economía salga de esta complicada situación, tal y como en principio se prevé. No obstante, los análisis indican que el nuevo año disminuirá el volumen de facturación debido a la rebaja de precios, pero no así el número de servicios contratados, que permanecerán constantes.

En cuanto a las empresas que conforman el sector, es bastante previsible la desaparición de algunas, tanto por ventas como por fusiones. Todo apunta a que este año se configurará un nuevo escenario empresarial en el mundo de la seguridad privada y la vigilancia. Hay un factor que calificaría de clave para capear bien la crisis: cuidar los cimientos y las bases de la compañía, es decir, los trabajadores. Ellos son la pieza más importante, se dedique a lo que se dedique la empresa, y en el caso de la seguridad lo son todavía más. No olvidemos que en muchísimas ocasiones la imagen de las firmas que contratan estos servicios depende del vigilante de seguridad, de su presencia, de su actuación y de su saber hacer. Por ello, debemos cuidar el capital humano, porque al final será lo que marque la diferencia.

Uno de los puntos fundamentales es la formación de los empleados. El perfil ha cambiado como ha cambiado el de la sociedad española, pero lo que es innegable es que hoy están mejor preparados que antes.  Sin embargo, la situación adversa todavía permanecerá durante un tiempo. Las empresas de seguridad tendrán que apretarse el cinturón y buscar nuevas fórmulas de gestión hasta que la crisis toque a su fin. En esta coyuntura es fácil dejarse tentar por las soluciones fáciles, pero hay que tener en cuenta que lo que aporta valor añadido y confianza a una empresa es su servicio. La excelencia en éste es lo que no se puede perder.
Por favor, pásalo. Se valiente
http://elvigilantecabreao.blogspot.com.es/

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