Radiografía de un liberado sindical
De cara a la huelga general del próximo 29 de septiembre, mostramos cuáles son las funciones de este cargo dentro de las empresas
M. Rodríguez
Día 17/09/2010 - 19.17h
Siempre han existido personas con fama de solidarias. Otras, en cambio, cargan con el sambenito de “vividores” durante toda su vida, se lo merezcan o no. Algo similar ocurre con los sindicatos y sus trabajadores, quienes se quejan de una continua campaña de desprestigio que crece exponencialmente según se acerca el día de la huelga general. Los liberados sindicales se defienden explicando que legalmente están liberados de ir a su trabajo, pero que dedican esas horas a otra actividad que recoge la Constitución, la de representación sindical.
“Mi trabajo es muy gratificante en lo personal, de ayuda y solidaridad”, manifiesta Jose.... liberado sindical de.... Aun así, confiesa que el hecho de no estar en el centro de trabajo debilita la carrera: “Si estuviera trabajando, tendría probablemente un mayor nivel salarial, pero no me lamento por ello, porque ha sido voluntario, pero es un hecho". Y mientras, el debate sobre la labor que ejercen los representantes sindicales en relación al sueldo que cobran sigue en pie.
Un día en la vida de un liberado sindical es el siguiente: 8.00 am llegada al sindicato. Parón a la hora de la comida. 20.00 horas: Fin del día de trabajo. Entre medias realiza tareas de comisión de control administrativo y financiero del sindicato. Unas veces en el centro de trabajo, otras en la sede del sindicato. ¿Y el sueldo? El mismo que sin ser liberado sindical, aunque con menores oportunidades de promoción, aunque a los cuatro años podría elegir volver a su trabajo cotidiano.
Para que la sociedad tome postura argumentada sobre este debate, es necesario aclarar ciertas dudas acerca de las funciones de este colectivo, las diferencias entre unos cargos y otros dentro del sindicato, la forma de votación o las horas que dedican a tales funciones.
Delegados y liberados
Todo liberado sindical es delegado sindical, pero no todo delegado sindical es un liberado. La explicación que justifica la diferencia entre una afirmación y otra es la siguiente: la ley permite que las empresas con más de diez trabajadores tengan derecho a un representante sindical, que tiene un cupo concreto de horas mensuales, dependiendo de tipo y tamaño de empresa, para ejercer la labor sindical. Los delegados sindicales son, por tanto, aquellos empleados de una empresa, que se presentan a las elecciones sindicales y son elegidos por los propios trabajadores de la empresa.
Estos delegados sindicales, podría decirse que tienen dos actividades diferenciadas dentro de su misma profesión. Por un lado siguen ejerciendo la profesión por la que fueron contratados, por ejemplo técnicos informáticos, y por otro atienden funciones de representación sindical en esas horas mensuales concretas. En caso del salario, este se les administra de acuerdo con las horas que trabajan, por lo que a grandes rasgos no varía.
Pero, ¿qué ocurre con los liberados sindicales? Estos son delegados sindicales que han acumulado las horas de sus otros colegas (delegados sindicales) de su empresa, y de su mismo sindicato, de modo que se “liberan” del trabajo como tal (el de técnico informático, siguiendo con el ejemplo) para centrar toda su jornada laboral a la representación sindical. Para ello es necesario que haya el suficiente número de delegados y que sumando sus horas sindicales lleguen a cubrir la jornada de un trabajador, de forma que se dedican en exclusiva a tal fin y también cobran de la empresa.
Los liberados sindicales son propios de empresas de gran tamaño, puesto que para acumular las horas necesarias es inevitable contar con un alto número de delegados dispuestos a ceder sus horas y volver a la actividad principal de su profesión, dejando por tanto de ejercer sus funciones de representación sindical. En CC.OO. afirman que no hay tantos delegados en cada empresa como para que cada uno de ellos se especialice en un tema laboral en concreto.
Los sindicatos aseguran que tanto a la empresa como a ellos mismos y a los propios trabajadores les interesa la existencia de estos liberados sindicales ya que basándose en que por ley están reconocidas un mínimo de horas para ejercer la actividad sindical, entienden que al congregar esas horas es una persona, optimizan las funciones sindicales, mejorando la representación y que por otro lado, las empresas cuentan con la disponibilidad plena de los que antes eran delegados sindicales, lo que sin perder representación sindical hace que mejore la productividad del trabajador. “El liberado sindical se dedica de forma exclusiva a la defensa de los derechos de los trabajadores, y esta fórmula es posible gracias a la acumulación de horas sindicales, que es el tiempo que tiene el delegado para representar a sus compañeros y para ver los problemas que les surgen”, apuntan desde UGT. En definitiva, se crea una bolsa de horas que se distribuyen a tiempo completo entre las menos personas posibles.
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