El Abucheo Nacional, última función
Si usted es uno de los pocos ciudadanos de
derechas que todavía no ha abucheado a Zapatero en el desfile del 12 de
octubre, dese prisa que hoy es su última oportunidad: al presidente le quedan
dos días, y si no le abuchea hoy ya no tendrá otra. Corra, que se queda sin
sitio.
En efecto, hoy se representa la última función de esa comedia llamada “El Abucheo Nacional”, que cada 12 de octubre toma las calles para, al paso de la Legión, silbar a pleno pulmón y gritar lindezas al jefe del Gobierno. El de hoy será el abucheo de despedida, así que cabe esperar que lo hagan con más ganas que nunca.
No sé qué harán el año que viene, perdido todo aliciente de asistir al desfile. Muchos lo echarán de menos, y el próximo gobierno debería plantearse contratar un doble, poner un Zapatero de cartón, o pedir al auténtico que rinda ese servicio a la patria y se preste a desfilar junto a la cabra, porque de lo contrario puede perder mucha asistencia, que a los soldados los tenemos muy vistos.
Sí, la Fiesta Nacional ya no será lo mismo. A partir del año que viene volverá a ser una celebración seria, de pecho hinchado y barbilla levantada, pues en la grada habrá un presidente serio, que se levanta cuando hay que levantarse y se sienta cuando toca. Porque con la vuelta del PP las cosas nacionales volverán a ser las que eran, sin tanto cachondeo.
Lo será el desfile, pero también otras cosas que esa derecha abucheadora tiene por sagradas, empezando por toda esa memoria histórica de la que un día hizo bandera Zapatero. Ahí está el Valle de los Caídos, que sigue intacto y ya se puede considerar salvado; y ahí siguen los miles de fusilados en las cunetas, cuyos familiares ven venir la nueva política de la memoria.
Sí, la derecha en el poder, con su vuelta a la seriedad rojigualda, puede cargarse todo lo conseguido en materia de recuperación de la memoria. Pero no es toda su culpa: también la tiene un gobierno que, diciéndose progresista, ha avanzado tan lentamente y con tanto miedo, que ahora deja todo en el aire, al viento del que venga detrás, sin haber fijado una política institucional que no dependa del color del gobierno.
Ese mismo gobierno que tampoco ha sido capaz de convertir la Fiesta Nacional en un día de todos, al conservar una fecha y un formato que sólo sirven para el abucheo de los de siempre. Ahí estarán hoy, felices.
Por favor,
pásalo. Se valiente
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