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viernes, marzo 16, 2012

Huelga, no juelga. Aprendamos de otros

Huelga, no juelga. Aprendamos de otros
Algún día aprenderemos, los pobres, los explotados de la
tierra, nos enseñaran a esta sociedad consumista que para que te den lo que es tuyo, tendremos que luchar, salir a la calle para que vean aquellos que nos gobiernan que no somos una masa inerte que se puede modelar, aborregar hasta el extremo en el que hoy nos encontramos, por eso tomemos como ejemplo de todo esto aquellas sociedades que hoy lucha por un mañana mejor, por un futuro que a nosotros nos están quitando. Despertemos de este letargo en el que nosotros mismos nos estamos envolviendo para justificar nuestro conformismo. Despierta pueblo español, lucha por lo que es tuyo antes de que sólo te dejen los despojos de lo que has sido.
Kunal Chattopadhyay *
La Breche/ A lencontre
Tradución de Viento Sur
El 28 de febrero 2012, 21 federaciones y cerca de 5.000 sindicatos de empresa se pusieron de acuerdo para convocar una huelga en la industria. Finalmente, esta huelga se convirtió en una huelga general. Y eso a pesar de las decisiones judiciales que prohibían las convocatorias de bandhs o de hartals (la interrupción total del trabajo, el "cierre" de las empresas). Esta huelga constituyó un desafío abierto a la política gubernamental, más allá de la patronal o de determinados representantes políticos.

En algunas provincias, el gobierno reaccionó con dureza. En Kerala, el gobierno del Partido del Congreso declaró que los huelguistas perderían su salario. En Bengala-Occidental, el gobierno del Congreso Trinamool (partido de la derecha dura bengalí, dirigido por Mamata Banerjee) amenazó con cargarse la huelga y obligó a una gran parte de los funcionarios a trabajar, lo que en muchos casos se tradujo en que tuvieron que pasar la noche en sus puestos de trabajo. A pesar de ello, cerca del 35% hicieron huelga.

En conjunto, la huelga fue un gran éxito. En sectores como el carbón, las centrales eléctricas y la construcción se sumaron a la convocatoria. G. Sanjeer Reddi, presidente de la Unión Nacional de Sindicatos del a India declaró: "Hemos logrado un apoyo importante de los trabajadores de las minas de carbón, de las centrales eléctricas y del sector del transporte". Entre las reivindicaciones de los huelguistas destaca la exigencia de la equiparación salarial entre las plantillas fijas y eventuales.

Los gobiernos de los distintos Estados ha intentado minimizar la huelga y dar una imagen de normalidad declarando que la huelga había sido una fracaso. Pero la realidad es terca: la Asociación de Cámaras de Comercio e Industria de la India (ASSOCHAM), que declaró que no había ningún motivo para llevar a cabo esta huelga, señaló que la misma podría acarrear la pérdida de cerca de 1.000 millones de rupias (18 millones de euros) para la economía a nivel nacional.

Las reivindicaciones de los huelguistas eran las siguientes: un salario mínimo a nivel nacional, empleo fijo para 50 millones de trabajadoras y trabajadores precarios, más esfuerzos gubernamentales para impedir el incremento del costo de la vida y la inflación (al incremento de los precios alimenticios hay que añadir el aumento de los precios, de dos dígitos, en vestido y calzado) y poner fin al cierre de empresas y a los despidos en empresas públicas rentables.

En Calcuta, tradicionalmente un enclave sólido de los sindicatos, la mayor parte de los bancos, comercios y empresas cerró y los taxis y rickshaws (triciclos de tracción humana para transporte de pasajeros; los motorizados se denominan autorickshaws) no circularon. Por el contrario, el metro funcionó con regularidad y el Primer ministro de Bengala-Occidentral, Mamata Banerjee -conocido por sus diatribas antisindicales y la intensa campaña que desarrolló contra la huelga- trasladó a la ciudad 100 autobuses públicos. R. K. Pachnanda, responsable policial de Kolkata, declaró que se vio obligado a desplegar 10.000 policías en la ciudad, con unidades especiales dedicadas a impedir actividad de los piquetes de huelga ante las oficinas gubernamentales, las cocheras de autobuses y la estaciones de metro. La agencia de prensa Press Trust of India (PTI) anuncio que alrededor de 100 sindicalistas habían sido detenidos en diferentes barrios por participar en piquetes de huelga para bloquear el transporte en la ciudad.

En Mumbai, la capital financiera de India, Vishwas Utagi, Secretario General de la Asociación Pan-india de trabajadores de banca, declaró a PTI que en el sector bancario "el cierre había sido competo". La Bolsa Interbancaria también estuvo cerrada, lo que "repercutió en la banca privada y extranjera, donde no estamos implantados".

En Nueva Deli, la circulación fue menos densa que de habitual y la gente que llegaba a la estación central de tren no lograba encontrar un medio de transporte para desplazarse a sus destinos en la ciudad. En la filial del Banco de India, un banco público en el centro de la capital, sólo acudió al trabajo una pequeña parte de la plantilla. El banco abrió sus puertas, pero no pudo efectuar ninguna transacción. Por su parte las y los usuarios de autobuses se quejaban de que su frecuencia había descendido mucho.

La huelga de 24 horas afectó también al conjunto de las actividades en el Estado de Karnataka (incluso en la ciudad de Bangalore), donde el comercio, los bancos, las empresas, los restaurantes y el cine permanecieron cerrados y el transporte público y los autorickshaws se evaporaron de las calles. Más de 10.000 trabajadores y trabajadoras (representantes y delegados de diferentes sindicatos-entre ellos el Congreso Sindical Pan-Indio, AITUC-, y empleados de banca) se manifestaron contra las políticas anti-obreras del gobierno frente al Ayuntamiento y en Mysore Bank Circle, plaza histórica de la ciudad.

En Nagpour (Estado de Maharastra), la huelga no sólo afecto al transporte y a la banca, sino también, y por la primera vez desde hace años, a la fábrica de armamento de Ambhajhari. Esta empresa, además de producir 24 unidades diarias del último modelo de misil Pinaka, fabrica obuses de artillería y entre ellos, los de calibre 155mm para los cañones Bofors (de la firma sueca Bofors que en los años 1980 y 1990 estuvo mezclada en escándalos de corrupción en los que estuvo implicado Rajov Gandhi). La huelga paralizó totalmente la producción porque nadie acudió al trabajo. Los sindicatos de la industria, las organizaciones de la gente en paro, los sindicatos de la banca y de la enseñanza se unieron para lanzar el llamamiento a la huelga general. En este Estado, las y los enseñantes a tiempo completo acumulan retrasos salariales de más de cinco años, al mismo tiempo que los salarios de la nueva gente contratada son irrisorios.

El panorama también es siniestro para al personal funcionario del gobierno. Actualmente se estima que como fruto de las sub-contrataciones, las deslocalizaciones y la precarización de la fuerza de trabajo iniciada en los años 1993-1994, se han perdido alrededor de 1 millón de empleos fijos. La presión es tan fuerte que el INTUC, controlado por el Partido del Congreso, al igual que los sindicatos controlados por el Partido Comunista de la India (PC-M-), por los socialistas y otros, se vieron obligados a convocar la huelga. Según los sindicatos, centenas de trabajadores fueron arrestados en numerosos Estados Hubo 200 detenidos en Deli y 2.000 en Jammu y Cachemira. En Bengala-Occidental, donde el gobierno se mostró particularmente agresivo, las cifras fueron aún mayores.

Durante los últimos veinte años, la clase obrera ha utilizado su poder de forma muy desigual y las clases dirigentes han podido andar a su antojo. La huelga les obligará a respetar de nuevo a los trabajadores y trabajadoras y a reconocer que: "han acumulado millones sin haber dado un palo al agua. Sin nuestros conocimientos y nuestro esfuerzo físico, nada hubiera funcionado. Podemos quebrar su poder despótico (altanería) y ganar nuestra libertad siendo conscientes de que nuestra fuerza reside en la unidad".
* Kunal Chattopdhyay es analista político marxista, miembro deTeachers and Scientists Against Maldevelopment (TASAM) y profesor de historia en la Universidad de Jadavpur (Sur de Kolkata) Para más información:

La India se lanza a una histórica huelga general por la bajada de los salarios
Es la primera vez que protestan todos los sindicatos juntos
28/02/2012 - Teinteresa, NUEVA DELHI
  • El primer ministro del país, Manmohan Singh, lleva tiempo enfrentándose a la ira de la población por una fuerte inflación y diversos escándalos de corrupción en su gobierno de centro-izquierda.
  • Los sindicatos reivindican un salario mínimo y el freno de la subida de los precios.
Pancarta llamando a la huelga general.
Este martes la India se lanzará a la calle en protesta por la bajada de los salarios. Los sindicatos del país, incluidos los afiliados al gobierno, han hecho un llamamiento unánime para reclamar el refuerzo de los derechos laborales y exigir un mínimo salarial.

Once organizaciones sindicales firmaron la semana pasada la llamada a la huelga general para presionar al gobierno de centro-izquierda del primer ministro Manmohan Singh. Éste, acusado de inmovilismo por la oposición, había pedido en vano esta semana, la anulación de la huelga general.

"Es una ocasión histórica. Por primera vez todos los grandes sindicatos están juntos para protestar contra las políticas anti laborales del gobierno", declaró el secretario general del Congreso indio de sindicatos, Gurudas Dasgupta.

Las reivindicaciones incluyen el establecimiento de un mínimo salarial a nivel nacional, contratos de duración indeterminada para unos 50 millones de trabajadores temporales y medidas eficaces para frenar el alza del coste de vida.

El gobierno indio, afectado por una serie de escándalos de corrupción, lleva meses tratando de luchar contra un fuerte índice de inflación. Singh está practicando una agresiva política monetaria pero sus efectos tardan y el alza de los precios han hecho aún más difícil las condiciones de vida de millones de personas, especialmente las de escasos recursos.

Millones de trabajadores indios acatan huelga general
28/02/2012
Millones de ciudadanos indios han iniciado este martes una huelga general para exigir mejores condiciones laborales y salariales y en protesta por el alza de precios en los servicios y productos básicos.

Once organizaciones sindicales, además de miles de unidades grandes y pequeñas de la India, han convocado la huelga a nivel nacional, que prevé influir en los bancos, el transporte, servicio de correos y puertos.

Los huelguistas exigen mejoras en sus derechos laborales y el cese de la venta de las compañías estatales, que viene realizando el Gobierno para enfrentar el gran déficit presupuestario que afecta al país.

"Es una ocasión histórica. Por primera vez todos los grandes sindicatos están juntos para protestar contra las políticas anti laborales del gobierno", ha manifestado el secretario general del Congreso indio de sindicatos, Gurudas Dasgupta.

El gobierno centro-izquierda, que según los opositores sufre de inmovilismo, solicitó en vano suspender la masiva protesta.

Los participantes en la huelga reclaman fijar un mínimo salarial en todo el país, contratos de indeterminada duración para 50 millones de trabajadores temporales y controlar el índice de la inflación.

El primer ministro indio, Manmohan Singh, intenta recortar el déficit del gobierno por medio de una agresiva política monetaria mientras intenta luchar contra la alta tasa de inflación.
 

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