En el Sector de Seguridad reina el estado del
malestar
Es obvio que no todo se
presenta con una finalidad de consenso y bienestar. En este Sector como en el
resto de este país, llamado España, ya está haciendo mella el uso de las
tijeras por parte de las empresas. Es de entender y se entiende, que para que algo
sea viable económicamente, sobre todo, la cuenta de resultados tiene que tener superávit,
como todos saben, los gastos nunca tendrán que superar a los beneficios. Ahora
bien, cuando esto se pretende, los beneficios, a costa de los mismos, los de
siempre, los de abajo, nos podemos encontrar con una confrontación social sin
precedentes. Los de siempre no pueden soportar continuamente el peso de un
tijeretazo, es más, aunque esté en un momento determinado éste justificado. Siempre
y cuando no reine el consenso, el dialogo se podría realizar, no es normal
imponer un estado de restringíos continuo sin una explicación y justificación creíble.
Es el momento actual se
ha visto que las partes dialogantes no han estado a la altura de las
circunstancias, los ejemplos los tenemos dispares y muy plurales en sí. Veamos
pues éstos, los tenemos en las empresas de Seguridad que prestan y prestaban
servicios en el Metro de Madrid con unas políticas dispares, pero con un fin
común, el cortar y cortar salarios al vigilante, con el principio básico de tener
beneficios a costa del salario de éstos y, sobre la base de que hay bastantes
vigilantes en el INEM. Esto se hace sobre todo, por el sometimiento y la
docilidad de éstos, los vigilantes.
Mientras éstos no
despierten de su letargo continuo en el que se ven envueltos a diario, no habrá
esperanza de futuro y subsistirán lánguidamente con su mierda de salario que
perciben gritando a los cuatro vientos “AMEN SEÑOR, AMEN”.
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