Manzanas que se pudren
Hay manzanas que se
pudren, se las observa, se las estudia, pero al final se llega a la conclusión de
que ya están podridas. Se preguntan, ¿Cuál fue su estado natural? La gente
medita, piensa, buscando en el pasado el origen, la respuesta, no la haya, no
la encuentran, por lo que llegan a la determinación de que siempre estuvieron
podridas.
Las personas buscan una
explicación, siguen sin encontrarla. Buscan y buscan, siguen sin respuesta. El
hedor ya es insoportable; la gente, hasta los más allegados, se retiran, se
apartan, ya no de su lado, sino de su proximidad; no por miedo a su contagio,
¡NO!, simplemente, es el olor.
En su momento los más próximos
se lo hicieron notar, sobre todo esa peculiaridad, pero ellos siguieron sin
darse por aludidos, vamos que con ellos no iba; siguieron como si no pasara
nada. Hoy ya no tienen justificación, ni reparación. Mañana se quedarán solos
con su desgracia que es la putrefacción y ese olor que van dejando.
Tú te preguntas de quien
hablamos, la respuesta es simple, de los sindicalistas de Segur Ibérica.
¿Onde andarán?
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