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jueves, enero 17, 2013

Vigilante aprende: Una clase inolvidable

Vigilante aprende: Una clase inolvidable
NOTA.- Poco a poco iras entrando en una lectura donde podrás comprobar que si la ponemos todos en práctica o mucho mejor, nos implicamos diariamente en lo que dice, veremos que todo iría mejor, pero claro está, el ser humano como puedes ver, es cobarde por propia naturaleza, además de egoísta; cuando está viendo algo que con él no va, ni se inmuta; ahora bien, cuando le toca a él, en muchos casos, sigue con su cobardía metiendo la cabeza como en avestruz; en otra, sólo consigue protestar en un tono apenas perceptible; en el menos, se involucra y lucha.

Por eso aprende, se de la minoría luchadora, no te calles, en estos momentos que estamos pasando se valiente, defiéndete, no te amilanes, ni te acobardes. Con tu silencio y tu quietud, la empresa, Segur Ibérica conseguirá lo que se propone, hundirnos más en la miseria. Si tienes familia, piensa en ellos, si no sólo piensa en ti. Lucha. Acude a la sede de la empresa (próxima reunión 22 de enero 2013, a las 10.00 horas) cuando te enteres de cualquier reunión que tenga la Mesa Negociadora. Nos jugamos mucho. Uno más uno, más uno, más uno, más uno………… hacen muchos. Se uno de ellos y ellas.

A continuación lee esto, es interesante:
Una mañana cuando nuestro nuevo profesor de "Introducción al derecho" entró en clase lo primero que hizo fue preguntarle el nombre a un alumno que estaba sentado en la primera fila:

-  Me llamo Juan, señor.
- ¡Vete de mi clase y no quiero que vuelvas nunca más! - gritó  el desagradable profesor.

Juan estaba desconcertado. Cuando reaccionó se levantó torpemente, recogió sus cosas y salió de la clase. Todos estábamos asustados e indignados pero nadie dijo nada.

- Está bien. ¡Ahora sí! ¿Para qué sirven las leyes?...

Seguíamos asustados pero poco a poco comenzamos a responder a su  pregunta:

-  Para que haya un orden en nuestra sociedad
-  ¡No! contestaba el profesor
-  Para cumplirlas
-  ¡No!
-  Para que la gente mala pague por sus actos
-  ¡¡No!!
- ¿Pero es que nadie sabrá responder esta pregunta?
-  Para que haya justicia", dijo tímidamente una chica.
-  ¡Por fin!
- Eso es... para que haya justicia.
- Y ahora ¿para qué sirve la justicia?

Todos empezábamos a estar molestos por esa actitud tan grosera. Sin embargo, seguíamos respondiendo:

-  Para salvaguardar los derechos humanos
-  Bien, ¿qué más?", decía el profesor.
-  Para discriminar lo que está bien de lo que está mal
-  Para premiar a quien hace el bien."Ok, no está mal pero... respondan  a esta pregunta:

-  ¿Actué correctamente al expulsar de la clase a Juan?

Todos nos quedamos callados, nadie respondía.

- Quiero una respuesta decidida y unánime
- ¡No!!- dijimos todos a la vez.
- ¿Podría decirse que cometí una injusticia?
- ¡Sí!
- ¿Por qué nadie hizo nada al respecto?
- ¿Para qué queremos leyes y reglas si no disponemos de la valentía para llevarlas a la práctica?
- Cada uno de ustedes tiene la obligación de actuar cuando presencia una injusticia. Todos.  ¡No vuelvan a quedarse callados nunca más! Vete a buscar a Juan- dijo mirándome fijamente.

Aquel día recibí la lección más práctica de mi clase de derecho.
Cabe agregar.....

Todo lo necesario para que triunfe el mal, es que las personas de bien no hagan nada al respecto.
Por favor, pásalo. Se valiente

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