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miércoles, junio 05, 2013

Vigilante los recortes es una historia de nunca acabar

Vigilante los recortes es una historia de nunca acabar
Érase que se era en los reinados antiguos de Castilla-La Mancha se encontraba un condado llamado “Metro”, en el mismo, los lugareños estaban gobernados por un consejero y un clan de amiguetes políticos. Este condado carecía de quien defendiera su seguridad ante carteristas y demás ralea, por lo que temiendo por su seguridad contrataron a unos pobres soldados llamados vigilantes, que por el infortunio y la temida peste del paro se enrolaron en esta aventura por una miseria de soldada. Pasaron los años y, hete aquí, que los nobles del lugar encabezados por el temido consejero y su terrible arma “la tijera”, decidieron después de mirar las arcas vacías, recortar en soldadas o lo que es lo mismo, en soldados.

Nadie daba crédito a lo que estaba por venir, los soldados no sabían cómo actuar, los defensores de éstos, los que denominaremos sindicatos, que estaban compuestos por unos honrosos personajes, a los que nombraremos comités y delegados, estaban en la inopia, como era su costumbre en la holgazanería, vamos que no hacían nada, sólo se miraban las pelotillas del culo, que al parecer eso entretenía mucha en aquella era o época.

Ante todo esto, viendo el consejero y sus colegas que no tenían quien se le enfrentaran, pasaron a la acción y, con tijera enristre, en un zis-zas, cortaron de un plumazo más del cuarenta por ciento de la soldada, vamos que se fueron a la mierda de 600 a 800 vigilantes en un abrir y cerrar de ojos.

Los defensores de la soldada, los sindicatos y sus componentes, seguían en sus treces de tocarse las cataplinas, que en aquella época era el deporte nacional. El tiempo transcurría sin cesar, llegando la temida apertura de unos sobres que darían el poder del ejército a otras agencias llamadas empresas de seguridad, para sorpresa de todos las más grandes no entraron en la subasta, las siguientes apenas le llegó una zona, pero la más golfera se le otorgó la mayor tajada. Ajaja, lo importante no era la seriedad y el saber estar, era la cobranza, cuanto menos y más barato más zonas en el reparto. Pero llegó un pensador, que pensando, pensando, decidió anular la adjudicación.

Y en esta situación nos encontramos hoy por Dios, por lo que mañana seguiremos informando, a la par, que os pedimos que se siga rezando para que la cosa vaya cambiando.

No a los recortes de vigilantes en este condado llamado “Metro”. No a que más de 600 vigilantes se enrolen en el INEM, en el paro. Vigilante lucha por tu puesto de trabajo.
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