¿Vigilante cuánto más te tienen que hacer para que
luches y no calles?
Hoy puedes ver como cada
día, las empresas de seguridad, una tras otra, se van descolgando del que era,
se dice bien, el que era, el convenio colectivo estatal de las empresas de seguridad
vigente hasta 31 de diciembre 2014. Hemos podido comprobar, otros sufrir, como
los sindicatos que firmaban el convenio estatal, en algunos casos, se descolgaban
del mismo en las empresas mediante los comités, con sólo oír, en la mayoría de
los casos, la palabra “pérdidas supuestas”, ya que en ningún momento fueron documentadas
por las direcciones de las empresas en
las reuniones mantenidas con los representantes de los trabajadores.
Lo paradójico de todo
este embelesado enredo de los descuelgues es, ver si a los propios firmantes
por parte de los representantes de los trabajadores se les aplica lo que firman
y acuerdan. Hasta la fecha nunca se ha visto que un trabajador firme cobrar
menos por trabajar más o incluso trabajar más por menos; si estas personas
ilustres en conciencia, firman cobrar menos solo por la simple solicitud de la
patronal o su supremo jefe, el único resquicio que nos queda a los
trabajadores, es pedirles que se vayan o dimitan por no estar a la altura de
las circunstancias. No se puede comprender que, por el simple hecho, de que la
empresa, sea la que sea, diga tener pérdidas, estos hombres o mujeres que
representan nuestros derechos se bajen los pantalones –esto es un símil- y
firmen lo primero que se les presente, cuando en la mesa del convenio colectivo
estatal dice no, ¿o ese “NO” rotundo y enérgico lo dice de cara a la galería y
por detrás consiente aberraciones como las que se están firmando en las
empresas?
Nadie se pregunta cuánto
poder adquisitivo hemos perdido a lo largo de estos años con firmas de
convenios por debajo del IPC. Nadie se acuerda de los años en blanco que se han
acumulado en nuestras nóminas sin una triste subida, ni tan si quiera el IPC:
estamos hablando de los años de bonanza financiera para las empresas del sector
de seguridad, no para los salarios, por cierto, tristes y míseros de los vigilantes.
Nadie se acuerda de los beneficios que han dado y están dando las empresas de
seguridad a sus accionistas y propietarios, claro está, menos a los que día a
día y en muchos casos, se están jugando la vida por una miseria de salario.
¿Acaso no vemos o leemos la prensa con textos como el siguiente?: “Tal o cual
vigilante ha sido agredido”. En algunos casos, estas agresiones fueron
causantes de la muerte del vigilante. No recordamos lo que el agredido cobra en
estado de accidente o sus familiares por la muerte del ser querido… Mírate a ti
mismo… Mira tú nómina... Disfruta de ella ahora, mientras puedes contemplar cómo
te aplican un convenio colectivo estatal, por cierto, una mierda, pero cuando
hagan realidad el descuelgue del convenio y formalicen uno de empresa, no
tendrás ni la mierda.
Piensa y recapacita,
pregúntate ¿merece la pena seguir mirándote el obligo? Si tu respuesta es
afirmativa, sigue tocándote los huevos, con cáscara o sin ella; si fuera
negadora, lucha, no te quedes quieto mientras te pisan, te quitan tu salario,
ese que llevas a tu casa, que tu esfuerzo y sacrificio te ha costado y te está
costando, para que otros, los sindicalistas firmantes de las rebajas de
salarios, tengan más prebendas y horas sindicales o que el patrón o patrones,
sigan llenando su hucha, mientras la tuya va decreciendo día a día.
Grita tu rabia y
desesperación, lucha por la dignidad tuya y el pan de los tuyos. No seas un
lelo en manos de parásitos sindicales o esclavo de caprichos empresariales.
Levántate y anda si
todavía puedes.
Por favor,
pásalo. Se valiente
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