Un despido que parece un soborno
El presidente de Telefónica, César Alierta. | Gonzalo Arroyo
John Müller | Madrid
Actualizado sábado 16/04/2011
1.- Telefónica, ERE con bonus.- Las empresas privadas pueden hacer con su dinero lo que quieran, siempre que sea legal. Grandes compañías han sido condenadas por pagar sobornos. En la década que va de 2003 a 2013, Telefónica habrá enviado a sus casas a unos 25.000 trabajadores españoles en sucesivos ERE. Se trata de empleados que, en muchos casos, apenas tenían más de 50 años, que cobraron el subsidio de desempleo, que se fueron a casa cobrando el 70% del sueldo y que cuando cumplieron la edad de prejubilación (61 años antes, 63 tras la reforma de las pensiones) se acogieron a ella.
Unas condiciones excepcionales, que no tiene ningún otro desempleado en España. Salvo honrosas excepciones, los sindicatos callan ante la sonrisa de sus afiliados. Es razonable que una empresa quiera minimizar el conflicto si se ve obligada a ajustar su plantilla. Pero llegar al extremo de pagar un sueldo para que el trabajador se quede en casa se parece más un soborno que a otra cosa. Tan malo es el corrupto como el que corrompe. Ese dinero o era de los accionistas o era de los trabajadores que deseaban arrimar el hombro. Y si eso ya está mal, peor está utilizar el subsidio de desempleo como trampolín pagado con dinero de todos para bañarse en la piscina de una prejubilación que no es más que un despido fraudulento.
2.- Vuelve la desconfianza.- El Gobierno griego aprobó el viernes 15 un nuevo paquete de ahorro de 23.000 millones de euros. Yorgos Papandreu descartó una reestructuración de la deuda griega que había disparado el riesgo país llevando el diferencial a más de 1.000 puntos con respecto al bono alemán (un 10%). "Vamos a reestructura el país, no la deuda", dijo el primer ministro. Estos rumores, unidos a la decisión de Moody's de degradar el rating de Irlanda al límite del bono basura (pese a que Fitch la había mejorado 24 horas antes), extendieron la desconfianza por la Europa periférica. España, inmutable durante el rescate de Portugal, se vio afectada y el diferencial sobrepasó los 200 puntos con la encomiable ayuda del presidente del Gobierno que dejó dos perlas en su viaje a Asia: primero dijo que no habría más reformas y después, su equipo reveló detalles de una inversión china que éstos consideraron una descortesía.
3.- Los gestores de las cajas.- El jueves 14 de abril, el Banco de España dio el visto bueno sin mayor drama a las estrategias de recapitalización de 13 cajas o grupos de entidades. Nueve proyectos podrían implicar la aportación de dinero público. Cuatro planean salir a Bolsa o subastar al menos un 20% de su capital (Bankia, Banca Cívica, Mare Nostrum y Cajastur), cuatro prevén ampliar capital o emitir bonos y cuatro (CatalunyaCaixa, Unimm, Novacaixagalicia y la CAM) pedirán ayuda al Frob2. Ahora tienen hasta el 30 de septiembre para ejecutar estos planes, si no remolonean como ocurrió en el pasado. En el Banco de España creen que habrá nuevas concentraciones y están muy optimistas porque piensan que los malos gestores han sido apartados. No es verdad, todavía queda mucho gestor malo emboscado por ahí y el sector lo sabe. Tendremos seis meses de auténtico pressing catch entre las cajas por conseguir capital.
4.- La lotería de Loterías.- El nuevo presidente de Loterías y Apuestas del Estado (LAE), Aurelio Martínez confirmó que el 30% de la empresa saldrá a Bolsa en octubre y que la valoración inicial es de más de 21.000 millones. La colocación se hará a través de una OPV, donde el 40% se ofrecerá inversores institucionales y el resto al público en general. No me gusta esta privatización, que tiene mero afán recaudatorio, porque es como privatizar el cobro de un impuesto. Loterías y Apuestas del Estado (LAE) aporta 2.700 millones a la caja del Estado cada año. Con los parámetros de Martínez, el Estado se embolsará 6.300 millones por la venta del 30%. O sea, conseguirá anticiparse los ingresos de poco más dos años.
5.- El precio de la vivienda.- La situación del mercado inmobiliario no acaba de estabilizarse. El FMI considera que el precio de la vivienda en España debe caer un 40%. El 'Financial Times' afirmaba que todavía debe retroceder buena parte del 106% que subió durante el boom. 'The Economist' calculaba que debe caer un 43%. Según la tasadora Tinsa, la vivienda acumula una caída media del 19,3% desde su nivel máximo alcanzado en diciembre de 2007. En la costa mediterránea ha caído hasta un 27%. El ajuste del precio que se estaba realizando tras la eliminación de la deducción por vivienda se ha tornado en inmovilismo ante las expectativas de que el PP pueda restaurar esta ventaja fiscal. Al final, el torneo de popularidad de los partidos políticos ha hecho un flaco favor al ajuste de la burbuja inmobiliaria.
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