Fragmentos de la carta de despedida y testamento político de Franco:
Queridos españoles:
Mucho hemos pasado juntos y ojalá mucho más pudiera pasar junto a vosotros […]. Hoy más que nunca me acuerdo de todo lo que hemos dejado en el pasado y como unidos hemos podido salir adelante.
No siempre he sido optimista con el futuro de España, pues muchos problemas hemos encontrado. Yo nunca quise meterme en política, siempre soñé con ser un oficial de la marina, sueño al que tuve que renunciar y que como sabéis sustituí por el de ser oficial de tierra.
Las circunstancias nos obligaron a mí y a la mayoría de los oficiales de nuestro ejército a sofocar la situación tan alarmista que vivía nuestro país.
Quienes como yo seáis ya mayores, recordareis aquellos tiempos tan duros que tuvimos y que pese a varios intentos no pudimos controlar.
Recuerdo mi labor en aquella academia, que por desgracia me cerró el gobierno, en la que ilusionado veía nuevas promociones de jóvenes militares que soñaban con defender nuestra patria.
Estos jóvenes nos han permitido llegar a estos días, en que España tras varios siglos conoce por fin la calma en muchos terrenos y en la que las gentes que la pueblan son felices con su vida cotidiana y que con su trabajo diario y su honradez siguen construyendo el país próspero que espero que conservéis y que como ahora mantengáis grandioso.
Espero que mi labor sea grata para todos vosotros. Os prometí que a mi muerte os devolvería una España nueva, resurgida de sus cenizas y en la que todos pudiésemos vivir con la suficiente justicia.
Me he esforzado cuanto he podido en dejar todo resuelto antes de mi muerte, para que como vosotros, vuestros hijos y vuestros nietos puedan seguir viviendo con la misma tranquilidad.
Mis ministros y oficiales seguirán adelante con nuestras leyes y este régimen que tanto me ha costado mantener y que dejo atado y bien atado, con el fin de que mi muerte no suponga la pérdida de todo lo que como os he dicho hemos conseguido juntos.
Vuestro futuro rey, Juan Carlos, al que he tratado como mi propio hijo, encauzará nuestro régimen en la España futura. Por favor, ayudadle a que mantenga la ilusión y pueda seguir adelante con la dura tarea que le ha correspondido.
Aceptad sus decisiones como siempre aceptabais las que nuestro gobierno tomaba, pues nunca serán con motivo de perjudicaros, sino de solucionaros el camino de la vida.
Seguramente Juan Carlos se encontrará con problemas dentro de nuestro país y con presiones en el extranjero ante las tendencias desnacionalizadoras.
Confío en que sepa actuar adecuadamente y que con vuestro apoyo pueda mantener la paz, la unidad y la libertad de la que goza España.
Mi deseo era que el Almirante Carrero Blanco ayudase a Juan Carlos en dicha labor, pero por desgracia el problema del terrorismo ha hecho que ese hombre de tanta valía y que tanto ha colaborado conmigo, estando a mi lado en todo momento, abandone la vida.
Acordaos de él con cariño, pues él siempre trato de demostraros su aprecio y sus ganas de que todo fuese lo mejor posible. Pronto me reuniré con él ante el altísimo, y espero desde allí ver como vosotros seguís viviendo con la misma paz, y que nunca más sufráis por ese cáncer llamado ETA o cualquier otro tipo de acto terrorista.
El estado se encargará de imponer las penas más duras posibles a quien os intente complicar la vida y privaros de vuestra libertad.
[…] Acabada la Guerra que tanto nos ha hecho padecer, pero que pese a mis intentos de evitarla y de hacer renunciar al poder a los enemigos de nuestra patria de forma pacífica, me plantee si mantener los poderes de Generalísimo que me concedieron los altos oficiales o volver a mi oficio anterior.
Por mil veces pensé en devolver el poder a la corona española, y espero que sepáis comprender que moralmente no pude hacerlo, pues recordando nuestro pasado pude comprender que de haberlo hecho sólo hubiese conseguido que la Guerra resurgiese, pues muchos odios permanecían entre nuestro pueblo y la corona no fue ni iba a ser lo suficientemente fuerte como para acabar con ellos.
He intentado reformar España por completo. Os he puesto los medios posibles para que podáis ejercer dignamente vuestro trabajo y que seáis recompensados por él.
Sobre todo he intentado que vuestras dificultades sean resueltas lo antes posible y que podáis sentiros felices de la patria en la que vivís y con toda la tradición que hemos recuperado.
Por favor,
pásalo. Se valiente
http://elvigilantecabreao.blogspot.com.es/
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