Carta de un soldado español
LEER ESTA NOTA ANTES DE PASAR A LA LECTURA EJEMPLALIZADORA DE LO QUE PONE
LA CARTA DE UN SOLDADO ESPAÑOL.- Como nos demuestra la
presente carta y ante lo que el sector de Seguridad Privada está viviendo,
estamos sufriendo, debemos de aprender de los demás si no sabemos enderezar
nuestras posiciones, ni ideas. Tenemos que cesar el mirarnos tanto el ombligo
para que una vez por todas luchemos por lo que es nuestro, si no luchamos
nosotros, nadie lo hará. Aportemos ideas, diálogos en las redes sociales;
digamos la verdad de lo que está sucediendo en nuestras empresas con estos
seres indignos que componen ciertos comités de empresas –no todos-, vendedores
de nuestras ánimas frágiles y desesperadas. No te quedes quieto viendo como
padeces el perjuicio ocasionado por las malas praxis de aquéllos que dicen
representarte a ti y al sector de seguridad, representándose sólo ellos y nada
más que ellos. Estos son los mayoritarios, los que están en los sindicatos más
representativos, más de clase, pero no sabemos de qué clase.
Indignarse y lamentarse no vale de nada, en estos
momentos nuestra obligación ante tanto perjuicio que nos están causando estos
sindicatos llamados de clase en el convenio, en el sector, en las empresas; con
esos sindicalistas parasitarios que se les ve una vez cada cuatro años con el
único objetivo por su parte que les votemos, acabado el proceso electoral
esperan otros cuatros años para convencernos de lo posible e imposible a
sabiendas de que nos volverán a vender de nuevo. No te calles más,
desenmascáralos, señálalos cuando los veas, cuando salga de su cubil, de la
gruta en la que se esconden, diles vendidos al poder de la empresa.
La carta dice así:
Un soldado español destinado en Irak recibe una carta
de su novia desde Madrid. La carta decía lo siguiente:
'Querido Alberto.
Ya no puedo continuar con esta relación. La distancia
que nos separa es demasiado grande.
Tengo que admitir que te he sido infiel dos veces
desde que te fuiste y creo que ni tu ni yo nos merecemos esto, lo siento.
Por favor devuélveme la foto que te envié.
Con amor. Sofía.'
El soldado, muy herido, le pidió a todos sus
compañeros que le regalaran fotos de sus novias, hermanas, amigas, tías,
primas, etc.
Junto con la foto de Sofía incluyó todas esas otras
fotos que había recolectado de sus amigos.
Había 57 fotos en el sobre y una nota que decía:
Querida Sofía.
Perdóname, pero no puedo recordar quién coño eres. Por
favor, busca tu foto en el paquete y me devuelves el resto.
MORALEJA: Aún derrotado... hay que SABER JODER AL ENEMIGO
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Por favor, pásalo. Se valiente
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