El desprestigio de los sindicatos

Se ha querido recuperar este artículo un poco desfasado en cuanto a la fecha no a la temática. En él, puedes apreciar algo que han olvidado los sindicatos de clase y quien los componen

Podemos ver que en su momento lucharon porque eran frecuentes jornadas de 14 horas por salarios de miseria, hoy, en la actualidad estas jornadas se vienen realizando por un salario no de miseria sino de mierda y nos encontramos ante la crisis, completamente desamparados con la actitud que han tomado los sindicatos mencionados.

El olor del dinero es como el opio, les entra por los ojos y les nubla el cerebro, así están los sindicatos nublados con el dinero que les aporta el estado.

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Hoy se celebra en todo el mundo el día de los trabajadores, se hace precisamente en esta fecha en recuerdo y conmemoración de "Los Mártires de Chicago", sindicalistas anarquistas que fueron ejecutados en EE UU por su participación en la huelga del 1 de mayo de 1.886 en defensa de la jornada laboral de 8 horas. Tantos años después, el ejemplo de su lucha, e incluso lo que reivindicaban, siguen plenamente vigentes.

Asturias tiene una larga historia de odiseas sindicales a sus espaldas. Conviene no olvidar que la Revolución de Octubre de 1.934 tuvo su caldo de cultivo en la explotación humana que se realizaba en las minas. Sirva de ejemplo que se empezaba a trabajar a los 12 años y eran frecuentes jornadas de 14 horas por salarios de miseria. Otros episodios fueron las huelgas mineras del 69, que provocaron el establecimiento del estado de excepción en toda España y la represión del régimen franquista. El general Franco ya tenía experiencia en el asunto, no en vano fue el encargado por el Gobierno derechista de la Segunda República de reprimir a los trabajadores asturianos en 1.934. ¿Quién no recuerda también las movilizaciones del naval?, meses de enfrentamientos en defensa de los puestos de trabajo. Es falso que esta región sea invicta, ha perdido contra Roma, y dos veces contra el fascio, pero doy fe, eso sí, que siempre ha luchado.

Fueron en aquellos pozos infames donde se forjaron muchos sindicalistas de la UGT, fue también en la mina de La Camocha donde surgió la primera comisión que un día alumbraría a CC OO, ellos llevaron durante años con orgullo el marchamo de "sindicatos de clase". Pero todo ha cambiado. Las sindicatos ya no son correas de transmisión de los partidos políticos obreros, y las fuerzas que históricamente estaban al lado del proletariado se han convertido en "La Pseudoizquierda". Ante la crisis, los trabajadores están completamente desamparados, mientras esperan ver caer sobre sus cabezas las medidas neoconservadoras que anuncia el FMI, la OCDE, el Gobernador del Banco de España y los oportunistas metidos a gestores públicos. Los que han puesto a muchas familias al borde del abismo esperan irse de rositas y que paguen los platos rotos los de siempre, quien sabe, quizá esta vez no lo consigan..

Este Primero de Mayo las manifestaciones en España van a ser muy poco multitudinarias, no porque no existan razones para salir a la calle, al contrario, con casi cinco millones de parados, los sueldos congelados, el nuevo repunte de la inflación, los contratos basura, la economía sumergida, los horarios abusivos, etc, sino porque los que las convocan han caído en el desprestigio social y ya solo se representan a si mismos. Los liberados a sueldo del "pesebre", los tejemanejes con el dinero de la formación y el compadreo con el poder afín al capital, han colmado el vaso de la paciencia de los trabajadores. Han traicionado la memoria de tantos héroes y la gente no se lo va a perdonar.

Las únicas alternativas que se proponen para salir de la crisis son las que pasan por un mayor sacrificio de los asalariados. Se equivocan. Las proponen los que suprimieron el impuesto sobre el patrimonio, los que bajaron el impuesto de sociedades, los que no reforman el IRFP ni persiguen la economía sumergida para que paguen mas los que mas tienen, los que, en las administraciones que usufructúan, despilfarran el dinero del Estado, nuestro dinero. Esta clase de sindicatos solo están a un paso de convertirse en mamporreros, en colaboracionistas amarillos, los sindicatos de clase de Marcelino Camacho y de Nicolás Redondo eran otra cosa.

Amigos de Chicago, va por vosotros.

http://blogs.elcomerciodigital.com/elbirreteblanco/posts/12

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