El ser humano siempre tiene esperanza, la que guarda para los momentos difíciles, con ello consigue pasar ese tiempo en el que todo parece de color negro; este es el color que uno ve cuando espera ayuda de sus representantes sindicales y estos no aparecen en ningún momento, ante esa espera desesperada y el sentir que la empresa la tiene toma con él, vamos que le está puteando continuamente y sus queridos sindicalistas hace muu por el foro, ve que esto es inaudito, no puede ni llega comprender este comportamiento de sus queridos sindicalistas, se siente vendido, abandonado y se pregunta:
¿Si no hace mucho estos sindicalistas venían uno tras otro detrás mía pidiéndome el voto con muchas promesas, por que estos sindicalistas no me hacen caso, no me ayudan, ¡YO! soy el mismo de ayer, soy el mismo que el del año pasado, que anterior, nada he cambiado, ellos si, ¿por qué? ¡Sí!, ellos han cambiado, gracias a mi voto han salido elegidos, se han establecido en esa especie de poltrona que es la silla sindical, la liberación, son como esos famosos liberados de los que tanto se habla, se comenta; han colgado el uniforme hasta las próximas elecciones que están al caer, son como los políticos, dicen que lo dan todo pero no ves nada. Algo no funciona. Ves que acuerdan cosas con la empresa Prosegur, lo gracioso es que lo plasman en un escrito, incluso lo firman por ambas partes, por una: “la empresa Prosegur”, por la otra: “sus representantes sindicales”, pero no se cumple. Nuestro representantes sindicales, véase CCOO, ATES, USO, UGT y Alternativasindical no hacen para que esos acuerdos que se han firmado se cumplan, ejemplo los descansos de Navidad, el trabajador que quiera su descanso que demande a la empresa, sino es así, se queda sin ese merecido y acordado descanso. ¿Entonces para cojones lo acuerdan, para que lo firman? ¿Para que ambas partes se rían de nosotros, los vigilantes?
Que debemos suponer que tenían un cartel de que se vende y al final lo han retirado con o sin venta, no es pregunta, no es afirmación, simplemente se pone el anterior párrafo para que cada uno coloque el cartel que cree que corresponde a esta postura sindical.
¿Si me tengo que defender yo para que quiero en el juicio un abogado? Pues todo lo anterior es lo mismo.
No podemos llegar a entender todo esto, por eso, la esperanza sindical no la hemos perdido y como cambiamos de empresa, también cambiaremos de sindicalistas. Esperemos que estos no tengan el precio de compra y actúen para lo que han sido elegidos, en definitiva para lo que se han presentado: “Defender a los trabajadores y no a ellos mismos.
Tenemos esperanza sindical
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