Las personas tienen creencias, tienen inquietudes, algunas son inseguras, otras pretenden destacar del grupo, ser los mejores… Hay que alabarlos por intentarlo, por competir, el problema llega cuando se quiere ser el mejor, superarse así mismo a base de pisar, vender, desprestigiar al prójimo, eso no es competir, eso dentro de una empresa tiene un nombre. ¿Verdad borrego?
Sí, hombre, no te escondas. Te lo decimos a ti. Tú que supuestamente hace poco eras vigilante y hoy eres un mando, un borrego. Si, todos saben como lo has conseguido. Mírate en el espejo, verás las llagas, pupas en tus labios. ¿Tu sabes de que son?
Si, hombre, acuérdate de los compañeros a los que vendiste, a los que pisoteaste para alcanzar esa meta. ¿No te acuerdas? ¡Si, hombre! Si todos lo saben. Te han visto rastrearte como una babosa ante tu amo, comportarte como un borrego. Eso si, ya tienes tu cargo, ya puedes putear al personal.
Pero no olvides, siempre te quedará el escozor en el trasero, ese que se produce cuando entra un cuerpo extraño por el esfínter.
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