Los sindicalistas de clase, emulan a Don Tancredo
El día 1 de enero de 1901 Don Tancredo López, valenciano de nacimiento y de profesión zapatero, subido a un pedestal y ataviado con un disfraz blanco, se alzo héroe en la plaza de toros de Madrid. Su hazaña por aquel entonces singular consistió en: subido en un pedestal esperar impávido ante el toril la acometida de un astado. A partir de ese día, Don Tancredo se convirtió en un héroe y el tancredismo pasó a formar parte del lenguaje culto y popular.
Este zapatero valenciano atrapado en la miseria para ganarse la vida optó por quedarse quieto, por no hacer nada, no moverse ante la vida ni el peligro... se hizo estatua, el muerto, que es la más inmóvil de todas las actitudes.
Quien le iba a decir al señor López que los miembros del Comité y los sindicalistas de Clase recuperarían su arte?
Los señores del comité emulando a Don Tancredo, en la Mesa Negociadora, inmóviles e impávidos, esperan la cornada de APROSER.
Estos anti-héroes sindicalistas están para resolver los problemas del sector y no para eludirlos como esculturas de escayola.
La patronal por un lado y estos tancredos por otro, aquí no se mueve nadie... ni aunque en las oficinas de arbitraje y conciliación, el funcionariado lleve años saltando por encima de las enormes montañas de reclamaciones que los vigilantes han tramitado.
Sindicalistas tancredos, profesionales de la pasividad, coger el traje de escayola y el pedestal e iros a las Ramblas a trabajar.
El disfraz que más os representa es el de: Duendecillos de la patronal.
Por favor,
pásalo. Se valiente
No hay comentarios:
Publicar un comentario