Nuestra vida: Érase una vez un cuentecito

domingo, febrero 20, 2011

Érase una vez un cuentecito

Érase una vez un cuentecito

Hoy vamos a contar un cuentecito, no una historia o un relato, simplemente un cuentecito. Ya sabes que estos nacen de la imaginación y como tal, son irreales, por eso se les llama cuentos. A veces te habrá ocurrido que manteniendo una conversación y en el transcurso de la misma, oirás, no me vengas con ese cuento, porque en definitiva no son creíbles, pero si, nos pueden entreter, distraer, educar e ilustrar, por todo eso vamos a comenzar.

Érase que se era, en un recóndito lugar al que llamaban, bueno tenía nombre extranjero de difícil pronunciación, Segur Ibérica, nunca se supo el significado del mismo, pero como todo reino tenía que poseer un nombre. El soberano de aquellos tiempos le puso este tan singular. Ya se sabe que las personas no perduran más que sus obras y estas les sobrepasan en el tiempo.

Por ello, el antiguo rey abdicó, pasando la corona a otro noble no del lugar, sino de otro reino. El nuevo monarca una vez tomado posesión del nuevo trono, se puso a dirigir la economía y la vida de sus súbditos, a estos les llamó vigilantes, pero como todo buen monarca que se aprecie de ello, no se fiaba de los antiguos consejeros y llamó a varios del antiguo estado del que procedía. Y hete aquí, que coparon todos los puesto, bueno casi todos, y como siempre se dice, lo mejor de lo mejor de un adoctrinado país son las fuerzas vivas, véase militares y policías, al parecer y en su mayoría, estos cargos fueron ocupados por esos nobles de tan rica procedencia.

Por eso súbdito-vigilante si te queda alguna duda de cómo se rigen en el reino en el cual estás, hoy estas desaparecerán al comprobar que es el ordeno y mando o lo que es lo mismo, por imposición democrática. Se iba a poner una la palabra cuya dos primeras letras son “co…”, a la que se agrega al final “…nes”, para completar le podríamos en el medio “…jo…”, pero lo dejamos así que queda más fino.

No es lo mismo decir: “que huevos tiene el huevero, que el huevero lo hace por sus huevos”. No sabemos si lo has entendido bien o si te queda alguna duda de cómo se procede en este reinado.